El artero asesinato de Antonio Sarmiento y sus dos niños de 9 y 12 años desató la furia del pueblo de Sinaloa, donde miles de personas se presentaron en palacio de gobierno de Sinaloa para exigir renuncia de Rubén Rocha Moya, además de gritarle narco y asesino.
Asesinatos del padre y sus dos hijos ocurrió cuando intentaron robarles su automóvil. En los últimos meses han ocurrido en Sinaloa más de 800 homicidios violentos y hay más de mil desaparecidos.
La excesiva violencia precede al secuestro y traslado del Mayo Zambada a los Estados Unidos, que derivó en una guerra entre grupos de narcos. Desde el inicio se se involucró al propio gobernador Rocha Moya, pero fue defendido a ultranza por el entonces presidente López Obrador y la actual mandataria Claudia Sheinbaum, así como por todos los gobernadores de Morena y el potosino del Verde Ricardo Gallardo.